La vuelta al cole y el queso


05/09/2020

El queso nos da la felicidad, y estamos seguros que con un pedacito de queso entre reunión y reunión, un bocadillo de queso para el recreo y unas cuñas para picotear antes de la cena lo arreglarían todo. Si, padres y niños el queso es la mejor excusa para pasar tiempo juntos, disfrutar y olvidarse de los lloros, las pataletas o el estrés.

La piedra angular del queso es la leche, y la leche es uno de los alimentos básicos en la nutrición humana. Los productos lácteos como el queso son parte indispensable de la alimentación correcta para niños y adolescentes. Tomar un mínimo de dos o tres raciones de lácteos al día ayuda a cubrir las necesidades de calcio durante las etapas en las que hay que reforzar la alimentación. 

Desde antiguo, el queso ha formado parte de la alimentación equilibrada y completa para los niños. Para ellos, supone una fuente natural de calcio, el mineral necesario para poder desarrollarse tanto física como mentalmente. Además de calcio, aporta proteínas, vitaminas y fósforo, elementos fundamentales en el desarrollo de los huesos. Por otra parte, el queso presenta una menor concentración de lactosa que la leche, esto supone que es más fácil digerirlo.

Nutrientes del queso
En el perfil nutricional del queso encontramos que contiene proteínas de alto valor biológico, o sea, un tipo de proteínas semejantes a las de la carne roja, que ayudan al mantenimiento de los tejidos musculares del cuerpo. Llama la atención que la cantidad de proteínas que aporta el queso es mayor que las de la leche, su materia prima.

El queso es uno de los alimentos con mayor concentración de calcio que existen. Este dato nos recuerda que el queso, por su aporte en calcio, es realmente necesario para el correcto crecimiento de nuestros hijos, ya que a través del mencionado mineral hace que se formen dientes y huesos, además de mantenerlos sanos y fuertes. También es esencial para el funcionamiento general del cuerpo, puesto que el calcio ayuda a liberar las hormonas necesarias para la regularización de nuestro organismo, al mismo tiempo que hace que la sangre circule a través de los vasos sanguíneos.

Al dar queso a los más pequeños les estamos proporcionando un alimento rico en vitaminas A y D, que son las responsables de que el cuerpo absorba el calcio. Introduciendo queso en su dieta habitual también les facilitamos una fuente de vitaminas B12, B9 (ácido fólico), B1 (tiamina) y B2 (riboflavina).
Sabores para todos los niños
La variedad de quesos con la que contamos en España hace posible que sea bastante fácil dar con un par que se ajusten al gusto y a las apetencias de cada niño. Podemos probar entre distintos puntos de maduración, diferentes intensidades de sabor, texturas y leches de un procedencia animal u otra. Además, si por algo destaca el queso es por su versatilidad, que permite introducirlo en cientos de recetas y preparaciones, fundirlo, gratinarlo o combinarlo con un gran rango de alimentos.